¿Demanda ciudadana en Redes Sociales?

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La semana pasada, La Prensa me pidió hablar sobre como usan (no usan) los políticos las redes sociales en nuestro país. El artículo fue publicado el día 17 de abril. (Ya no está)


Partiendo del hecho de que el funcionario se debe a la ciudadanía, debe estar disponible para recibir críticas de cualquier tipo, propuestas, solicitudes y exigencias. Los ciudadanos tenemos el derecho y deber de hacerlas.
Ahora, ¿podemos decir que existe una cultura ciudadana donde esto se cumpla? No.


Pues entonces, ¿son las redes sociales un canal válido para hacer denuncias o comunicarse con los políticos? Si, lo son. ¿Lo hacemos? ¿Cómo? ¿Nos sirve twitter o facebook para exigirle al diputado de nuestro departamento atención a un problema?


Definitivamente el político nica sólo busca niveles altos de exposición durante las campañas, en la mayoría de los casos. El resto del tiempo trabaja bases o hace de ermitaño, si no es que está muy ocupado hablando pestes de con quien “compite”. Partimos de una inexistencia de comunicación votante-electo que es parte de nuestra cultura política misma.


No hay una costumbre de demandas que realmente las redes sociales puedan “heredar” de alguna manera para que sean canalizadas demandas. No he visto en años que tengo de estar al tanto de “la conversación” una recolección de firmas en internet para solicitarle a los diputados, por ejemplo, que se discuta una reforma a la Ley donde se exija a Enacal asegurar el suministro de agua por un mínimo de horas. A todos se nos va el agua, ¿no? La marcha virtual no tenía una propuesta encima, no era para decir alternativas.

Soy creyente y hago uso de las redes para expresar lo que creo y tener incidencia al menos sobre un grupo. Hacerme escuchar. Pero de llegar a utilizar las redes como medio de demanda, creo que hace falta mucha más participación de los políticos y de los ciudadanos, buscando no imposibles, sino pensando en qué puede aportar cada quien.


Lo que sí es cierto es que estas redes han cambiado y van a seguir cambiando cómo nos comunicamos y cómo manejamos nuestras relaciones interpersonales. Que los políticos cambien, algo que depende de todos.

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