Platicando con Don Emilio

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Tuve el privilegio, patrocinado por @AnaLargaespada de estar platicando una tarde de domingo con don Emilio Álvarez Montalván, y fueron tantas cosas que como ejercicio de difusión y ordenamiento de ideas, me pareció importante compartir al menos una parte de lo que pude hablar con él.

Don Emilio es médico, de ascendencia conservadora. Estudió oftalmología, pero se dedicó a la política por muchos años, estando preso dos años por esto en los 50. Ocupó importantes cargos en el Partido Conservador, llegando a ser Canciller de Doña Violeta y de Arnoldo Alemán. Su aporte más importante para mí es el libro Cultura Política Nicaragüense, una colección de artículos dedicados a caracterizar al nica desde ese enfoque.

La última vez que tuvo una aparición mediática importante fue cuando recibió una condecoración muy distinguida por parte del Canciller Samuel Santos, en una ceremonia en su honor en el edificio de la Cancillería. Me llamó la atención que, en su discurso de aceptación, no tuvo ningún problema en señalar los defectos y los errores que el gobierno estaba haciendo en ese momento, y la manera en que se estaba manejando al país. Fue muy crítico y de una manera además elegante y acertada de hacerlo. Creo que ha sido el único en decir las cosas así, desde esa posición. El gobierno lo respeta.

“Tu apellido es bien leonés” me dijo cuando me presenté. En efecto, es bien leonés y esa es una de esas preguntas de cajón que te hacen siempre. ¿Sos de León? ¿Hijo de quién? ¿Quiénes son tus abuelos?

Cuando le expliqué lo que estamos haciendo en Puente y lo que queremos lograr, lo primero que hizo fue retraerse a cuando regresó de la Universidad, graduado como médico. Dice que se puso de acuerdo con un grupo de amigos suyos, todos habiendo estudiado en el extranjero, incluyendo a Pedro Joaquín Chamorro, los hermanos Córdova, entre otros. Formaron una agrupación que se llamaba UNAP, Unión Nacional de Acción Popular. Él dice que el motor principal fue el interés en ser una generación que cambiara las cosas, y que tuviera un efecto a heredar en las generaciones siguientes. Cuando le comenté lo que queremos hacer, inmediatamente me comentó su experiencia, y cree que siempre va a haber generaciones despiertas, con ganas de cambiar, pero que hasta el momento no se ha logrado. Ese es el reto.

Él me preguntó cuál creo yo que es el problema básico en la política nacional. Yo le dije que creo que es la falta de educación que genera ciclos de autoritarismo. Él sostiene que más bien es la falta de involucramiento de la gente, producida por la pobreza y el “buscar que comer”. Dice que según una encuesta, solamente el 2% de los Nicaragüenses está organizado o involucrado en política.

Él siente que en toda la historia nacional, siempre hay una élite, un grupo que está en el poder para beneficiarse del mismo y aprovecharse de la gente, y que nunca ha dejado de haber un grupo de ese tipo. Que es parte de la estructura política y muy poco probable el cambio hacia un modelo más equitativo.

Estuvimos hablando de algunos personajes de la politica criolla, y él tiene caracterizados a los liderazgos en tres tipos: el agitador, el administrador y el intelectual. Los agitadores son los típicos gritones, demagogos y hasta incendiarios, los administradores son personas con una forma más tímida y balanceada de ver las cosas, y los intelectuales se esconden de los pleitos detrás de libros y discusiones. De todos hay en el espectro.

Estas son algunas de las cosas que pude hablar con él. Les recomiendo mucho leer Cultura Política Nicaragüense, si les interesa saber más del porqué de muchas cosas.

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